La Switch tiene ya más de cuatro años, y qué bien lo hemos pasado salvando a varias princesas, construyendo ciudades ocupadas por excéntricos animales parlantes y, en general, maravillándonos de lo fácil que es jugar a los juegos de Nintendo en el autobús.
Ninty ha presentado desde entonces una Switch Lite más barata y solo portátil, pero desde hace un tiempo la rumorología nos hacía creer que muy pronto llegaría una Switch Pro más potente, capaz de subir la escala de los juegos a 4K en el televisor. Pues bien, dejemos esto claro desde el principio: la Switch OLED no es esa consola. La resolución es exactamente la misma que antes (1080p acoplada, hasta 720p en mano) y no hay más potencia bajo el capó que antes.
Pero lo que sí hay es una pantalla OLED de 7 pulgadas en lugar de la LCD estándar de 6,2 pulgadas, y si has dado el salto de un teléfono con pantalla LCD a uno con pantalla OLED en los últimos años (o has tenido la PS Vita, evidentemente adelantada a su tiempo), sabrás la diferencia que puede suponer.
Colores más intensos, negros más intensos y un contraste mejorado... apostamos que, cuando hayas visto Breath of the Wild 2 en este aparato, será difícil volver atrás. Tan caliente como... un evento climático extremo en el Reino Champiñón.